martes, 26 de agosto de 2008

Cuento

Una de las razones por las que nació este blog fue la de exponer mi narrativa, desde mi más tierna infancia me ha gustado contar historias, los cuentos han sido mi principal interés aún cuando ultimamente he incursionado en la poesía. Así que este blog vuelve a sus raíces y su propietario pone a su consideración un cuento en tres partes.

UNO

Isabel había llevado una relación de tres años con su novio, veinte años mayor que ella, incluso se había mudado a vivir con él, sin embargo, hacía seis meses que habían terminado. Pero ella seguía viviendo ahí, su ex suegra la quería mucho y le había dicho que aunque ya no existiera la relación con su hijo, era bienvenida en su casa.

La comodidad de que le lavaran la ropa, el auto, le cocinaran, el sky, internet y hasta una tina de baño (adquiridas exprofeso para ella) no eran fáciles de dejar, y aunque decía que estaba buscando departamento para mudarse, parecía que lo hacía rogando a Dios no encontrar.

Se refería a él cómo su ex novio, aunque también admitía que aún lo estimaba. Y como no hacerlo, no te mudas a vivir con alguien y llevas 3 años de relación nada más porque si, con una propuesta de matrimonio de por medio en una de las rupturas habituales en una relación de tanto tiempo. Incluso ahora que habían terminado el iba de visita a casa de la familia de ella, la iba a recoger a la oficina cuando no llevaba carro y salía tarde o si iba a una fiesta.

Sus amigos habían tratado de presentarle nuevos prospectos, pero no parecía interesarle mayormente, salía de fiesta continuamente y seguro no faltarían quienes la invitaran a salir y trataran de conquistarla.

CONTINUARÁ...

jueves, 7 de agosto de 2008

Oficina

Una entrada de quejas sobre cosas que pasan en la oficina (como paréntesis a las broncas de los no aceptados.)

- que dejen abierta de par en par la puerta del baño de hombres en la oficina.


- que durante tres meses estuvo viniendo el de sistemas a configurarme una impresora, nunca la dejaba configuraba pero si me jodía algo, me dejaba sin privilegios de administrador, sin internet
inalámbrico, o me bloqueaba el mesenyer (la acabo configurando el Efra en 10 minutos).

- que los pendejos acomodadores del estacionamiento de la oficina dejen carros en diagonal para apartar lugares a sus “clientes” (que les dan 5 o 10 pesos) en los primero dos pisos y nosotros tengamos que subir hasta el tercero.

- que esos mismos acomodadores te la hagan de pedo si llegas temprano y osas dejar tu carro en uno de “sus” lugares mandándote a estacionarte al tercer piso.

- que para que no vuelvas a cometer esa falta de respeto te encajonen y tengas que mover otros carros a la salida.

- tener que llegar temprano para alcanzar buen lugar de estacionamiento en el tercer piso porque si no se atasca y tienes que dejarlo en la azotea o entre los carros que usan los mensajeros con el riesgo de un portazo.

- tener que darle $20 a la semana a la señora que nos hace el café porque la que debería hacerlo o nos perdía las tazas o nada mas le ponía más agua a la cafetera y dejaba el café viejo.

- que solo dos personas compremos vasos de unicel para tomar café pero los demás los usen y nunca los repongan.

- que además los que los usan y no los reponen pongan jeta cuando se acaban como si fuera nuestra obligación comprarlos.

- que venga una vieja de la “segunda división” a chingarse nuestro café porque no le gusta el que hacen en esa oficina (les han de dejar el viejo).

- que se llevan nuestras aguas y cocas frías

- que el jefe haya dado la instrucción que nadie se puede ir si él está con el gran jefe, a menos que haya pedido permiso antes.

- que haya gente a la que le valga madres y se larguen a las 8, esté quien esté

- que hasta la quincuagésima novena vez el jefe les haya dicho algo

- que cuando otros nos queremos ir temprano nos regrese en la puerta y salga con la jalada de que “si se van temprano se genera la impresión de un relajamiento en la disciplina” ¿y porque chingaos no se da esa impresión cuando los otros se van?